A través de una de las noticias del periódico on-line “EL PAÍS”, hemos
encontrado un término, creado por María Acaso, muy importante que se utiliza en
educación, el Art Thinking.
Este método “tiene como base los descubrimientos de la neuroeducación,
que estudia cómo aprende el cerebro, y cuyo principal hallazgo es que para que
se produzca el aprendizaje es necesario encender una emoción, despertar la
curiosidad del estudiante. Para ello, su metodología se inspira en los procesos
de creación de arte” (Ana Torres Menárguez, 2017).
Dicen que para aprender el cerebro necesita emocionarse, pues bien, el
Art Thinking está diseñado para ser llevado a cabo en instituciones educativas
como son los colegios, los institutos y las universidades, pero Corre O Se Enfría
pretende llegar más allá. Me explico, personas como María Acaso, entre otras,
se centran en intervenir desde dentro de dichas entidades y con los agentes que
la conforman, nosotros queremos conseguir los mismo objetivos que estos
profesionales pero relacionándonos directamente con los/las demandantes de la
educación; queremos ofrecer este servicio para despertar, de manera voluntaria
y diferentes, el interés de la población por el arte, la ciencia, el
conocimiento... Dicho en otras palabras, nosotras queremos llevar el término
Art Thinking a la calle, a otros servicios como son el nuestro, para que la
gente no relacione la educación siempre con los mismos contextos.
No solo ofertamos arte, cultura y conocimiento, sino que también les
damos la posibilidad a las personas que no la han tenido antes de que
transmitan lo que saben, lo que han aprendido o lo que valen. “En 2006, el pedagogo británico y gurú
de la educación Ken Robinson hizo temblar las bases del sistema
educativo con su charla TED Las escuelas matan la
creatividad”. En ella explicaba, como en los centros educativos
se le da más valor a las matemáticas, lengua, etc., y dejan de lado otras materias
más artísticas, pues se consideran menos importantes para el futuro laboral.
Concluyendo, consideramos que si somos capaces de motivar a las personas
desde otros escenarios podemos fomentar el interés y la participación de los
mimos dentro de los centros, con respecto a los más pequeños, jóvenes y adolescentes.
En cuanto a los adultos, podemos conseguir que sean ellos mismo lo que decidan implicarse
más en el aprendizaje de sus hijos e hijas, nietos y nietas… Del mismo modo, les
damos la oportunidad a los más mayores de aprender un poco más sobre lo que en
su tiempo tal vez no pudieron.
Tania Domínguez Palancares.
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